Nuestra cúrcuma se produce en el distrito de Idukki en Kerala (India) donde pequeños agricultores la producen de forma sostenible. Los cultivos son inspeccionados y certificados por organismos de control independientes y reconocidos a nivel internacional.
Este cultivo es anual, se siembra entre abril y mayo y se cosecha entre diciembre y febrero. Una vez extraído el rizoma, estos se lavan y se trocean para después dejarlos secar al sol. Posteriormente son transportados en barco hasta la península y una vez en nuestras instalaciones de Benimarfull (Alicante), es analizada nada más llegar para garantizar ausencia de pesticidas, microrganismos patógenos o sus toxinas, y otros contaminantes.
También se somete al producto a una serie de análisis físico-químicos para prevenir el fraude y garantizar su identidad botánica.
Una vez a superado todos los controles de calidad, se procede a moler el producto en nuestras instalaciones.
El proceso, denominado “criomolienda” se realiza con la ayuda de nitrogeno líquido para evitar el calentamiento de la cúrcuma y la perdida de principios activos sensibles al calor (termolábiles).
Más tarde es envasada y nuestro departamento de calidad revisa todos los controles realizados durante el proceso, toma muestras y libera el lote para que pueda calidad revisa todos los controles realizados durante el proceso, toma muestras y libera el lote para que pueda ser comercializado.