¿A ti también te preparaban en casa manzanillas cuando te dolía la tripa? No nos extraña, porque se trata de una infusión de sobra conocida por sus beneficiosas propiedades.
Esta planta medicinal, originaria de Europa y Asia, se ha utilizado durante siglos. Hoy se cultiva en todo el mundo y tiene su lugar en cada uno de los hogares. Pero ¿por qué es tan popular? ¿Qué la hace tan especial? ¿Cuál es la mejor forma de prepararla?
Sigue leyendo y lo descubrirás…
Origen de la manzanilla
La manzanilla (también llamada manzanilla alemana, dulce, común o cimarrona) es una hierba aromática propia de climas templados, cuyas flores son medicinales.
La manzanilla se ha utilizado tradicionalmente para tratar una variedad de dolencias, desde problemas digestivos hasta problemas de sueño. Ya en en Antiguo Egipto se empleaba como remedio para combatir las fiebres.
Fueron los monjes de la Edad Media quienes extendieron los beneficios de esta planta y crearon sus propios preparados. Además de con fines medicinales, la manzanilla también se usaba en la elaboración de productos (por ejemplo inciensos) y en la bebidas como la cerveza.
Los beneficios de la manzanilla
Son muchos los beneficios de la manzanilla, tantos que este blog se nos queda corto. Pero vamos a contarte los principales.
En primer lugar, la manzanilla se ha utilizado tradicionalmente para tratar problemas digestivos, ya que es antiinflamatoria y ayuda a aliviar los síntomas de la indigestión, como la hinchazón y los gases. Asimismo, favorece las fácil digestión y abre el apetito. ¿Sabías que también puede aliviar la diarrea y el estreñimiento propios del síndrome del intestino irritable?
Además de sus beneficios para la digestión, de sobra conocidos, la manzanilla reduce la ansiedad y el insomnio. Esto es posible porque contiene un compuesto llamado apigenina, con propiedades sedantes y ansiolíticas. Por tanto, también es una hierba perfecta para reducir los molestos síntomas del estrés, como la tensión muscular y los dolores de cabeza.
Otro beneficio de la manzanilla es que combate la migraña. Al ser antiinflamatoria, como ya te hemos comentado, disminuye la inflamación y la presión en los vasos sanguíneos que causan esta dolencia. Además, también tiene un efecto beneficioso en su frecuencia e intensidad.
Otras propiedades medicinales de la manzanilla serían:
- Antialérgica: ideal para casos de alergias.
- Actúa como un sedante suave.
- Antiespasmódica: previene espasmos de la musculatura y el aparato digestivo.
- Antihistamínica: ideal para las irritaciones de la piel.
- Posee gran poder cicatrizante.
- Diurética: contribuye a la eliminación de líquidos y toxinas.
Cómo preparar la manzanilla
Cuando se trata de preparar la manzanilla en infusión, hay algunos consejos y trucos importantes que debes tener en cuenta.
- Utiliza agua recién hervida para hacer la infusión. La temperatura es clave, ya que puede afectar a su sabor y propiedades. Te recomendamos emplear una taza o tetera con tapa para mantener el calor.
- Coloca una cucharada de flores de manzanilla en tu taza o tetera. Después, vierte el agua recién hervida sobre las flores y cúbrela.
- Deja reposar la infusión durante unos cinco minutos para que las propiedades de la manzanilla se infundan en el agua. Tras ese tiempo, retira las flores de manzanilla y disfruta de su sabor y beneficios.
Dónde conseguir manzanilla de calidad
Si quieres experimentar en primera persona todas las propiedades que te hemos contado, es importante que utilices manzanilla de calidad y BIO. En Herbes del Molí llevamos años apostando por los productos y la agricultura ecológica, respetuosa para todos.
Puedes escoger el formato que prefieras: nuestras bolsitas de infusión ya listas o las bolsas de plantas para que las prepares a tu gusto. Pero elige siempre lo mejor para ti.
Esperamos que este artículo te haya resultado útil. Ahora, ¡a preparar tu manzanilla!